N ací en Córdoba, España. Soy la menor de seis hermanos. Mi recuerdo de la familia y la comida viene de mi infancia. Recuerdo cuando el lechero venía a nuestra calle, la pequeña frutería de la esquina, donde todas las frutas y verduras de temporada eran deliciosas, la carnicería del barrio y la pescadería. Me encantaba ir a comprar comida con mi madre. En aquellos años la comida era sencilla pero se le daba mucha importancia. Siempre me ha interesado la comida y comencé a cocinar desde muy pequeña, aunque al principio no era muy buena.

Después de unos años trabajando, decidí seguir mi sueño de aprender a hablar inglés y continuar mis estudios universitarios. Así me embarqué en mi primera aventura en Estados Unidos.

Dos años después, terminé en Australia, donde completé un MBA y conocí a mi marido. Sí, EL AMOR… ¿no es lo que mueve al mundo? Nos conocimos en una cita a ciegas creyendo que éramos de la misma ciudad. Y lo somos, pero de diferentes países y en diferentes continentes.

Mi marido nació en Córdoba, Argentina. Algunos lo llamarán coincidencia; pero yo creo que fue el destino. Nos casamos en Melbourne, Australia, en la fecha del 50 aniversario de boda de mis padres. Nuestra felicidad se completó cuando nació nuestra hija Gabriela.

Como mencioné anteriormente, mi interés por la cocina empezó en mi infancia; pero fue después de casarme cuando me interese más y comencé a experimentar.

Ayudé con éxito a mi marido a estar más en forma y ser más saludable a través de una dieta. Además, cuando mi hija empezó a comer sólidos, volví a mis raíces y cociné todas sus comidas, como había visto hacer a mis hermanas con sus hijos.

Después de una emergencia médica y del susto que me lleve, me recomendaron que buscara una actividad creativa que complementara mi trabajo de Administradora de Empresas y mi mente tan lógica. Probé muchas cosas: hacer punto (me encanta, pero no era suficiente en ese momento), bailar (siempre quise ser bailarina), pero nada parecía funcionar. Gracias a un querido amigo empecé a cocinar más en serio. Un día le comente que no encontraba nada artístico que me llenara y me dijo que debía empezar a cocinar más porque se me daba muy bien y se me notaba la pasión por la comida.

Y así nació Carmen’s Organic Kitchen. Vendía mi propia gama de productos ecológicos en los mercados y online. Fui voluntaria como jefa de cocina en el comedor del colegio de mi hija. También fui voluntaria en el colegio de nuestro barrio en su programa de cocina. Estos fueron años muy felices. Estaba claro que la cocina es mi lugar feliz.

Cuando mi nueva aventura en los Estados Unidos me llevó a California, estaba decidida a seguir mi pasión por la cocina y la comida. Me hice instructora culinaria, principalmente con niños, que me encanta. Sin embargo, me considero una ciudadana del mundo y necesito poder llevar mi trabajo a donde quiera que el destino me lleve en el futuro. Por eso he creado esta web, para compartir mi éxito en la cocina contigo! siguiendo una dieta equilibrada, saludable y simple. Creo que somos lo que comemos. Si comemos bien, estaremos bien y seremos felices.